Hace meses, navegando por Internet, descubrí esta receta que me atrapó desde el momento en que la vi. Sabía que me gustaría sí o sí. La guardé para cuando tuviese tiempo para experimentar con calma y hoy ha sido el día elegido. He disfrutado como no os podéis imaginar, ya que mientras iba mezclando los distintos ingredientes ya se me estaba haciendo la boca agua de pensar en el resultado... Y no me ha defraudado en absoluto. Es un pan francamente delicioso y muy diferente a todos los que he probado. Me recuerda un poco a los panes alemanes, de miga compacta y repletos de sabor.
No deja de ser una estupenda variante del pan de soda irlandés, ya que utiliza como elemento leudante bicarbonato de soda (la receta original utilizaba también levadura química, que yo he suprimido). He tenido que hacer algunos otros cambios en los ingredientes, como es habitual, pero he mantenido las proporciones, tiempos y temperatura de horno que, para mi gusto, son perfectas tal cual. En la receta original también se utilizaba salvado de trigo, que yo no puedo consumir, pero quizás para otra vez utilice salvado de avena para ver cómo influye en el resultado. También probaré a hacerlo en panificadora, a ver cómo sale.
Os dejo con un pan sabrosísimo y muy, muy nutritivo, ideal para acompañar cualquier comida o para desayuno o merienda con mermelada casera o un rico paté vegetal.
Por cierto, esta vez os doy la receta con las cantidades en sistema americano de medidas y en métrico porque si tenéis los medidores americanos resulta más práctico y rápido que tener que pesar todo. Así podéis elegir lo que más os convenga.
INGREDIENTES:
- 3 cucharadas / 28 gr de semillas de girasol (ecológicas)
- 3 cucharadas / 33 gr de semillas de lino (eco)
- 2 cucharadas / 20 gr de semillas de amapola (eco)
- 2 tazas / 220 gr de harina blanca de espelta (eco)
- 1 1/2 tazas / 165 gr de harina integral de espelta (eco)
- 1 taza / 180 gr de avena integral pelada en grano (eco)
- 2 cucharaditas de bicarbonato sódico
- 2 cucharaditas de azúcar (panela)
- 2 cucharaditas de sal
- 7 cucharadas / 105 ml de aceite de oliva virgen extra
- 1 y 2/3 tazas / 350 ml de leche vegetal (he utilizado de soja ecológica natural, hecha en casa)
- zumo de 1/2 limón.
Precalentar el horno a 180º con calor inferior y superior (y turbo).
En una sartén sin aceite se ponen las semillas de girasol a tostar un poco, sólo hasta que cambien de color y empiecen a soltar un poco de aroma.
En un bol se pone la leche vegetal, que se cortará con el zumo de limón. En otro bol más grande se mezclan primero las harinas con la sal y el bicarbonato y luego el resto de ingredientes sólidos.
A continuación, se agrega el aceite y se mezcla bien, y finalmente, la leche. Mezclar con ayuda de una cuchara de madera, resultará una masa muy blanda en comparación con otras masas de pan. Enharinar una superficie de trabajo y volcar en ella la masa, que se amasará poco añadiendo la harina necesaria para que se pueda manejar y dar forma sin que resulte muy pegajosa. Yo he tenido que añadir bastante (integral) pero he procurado amasar lo mínimo para que la masa no resultase correosa.
Una vez que se ha formado una bola, se enharina una lámina de silicona o "silpat" o la bandeja de horno (o se recubre de una hoja de papel de hornear) y se coloca encima la hogaza, a la que se le hace un corte en forma de cruz en la superficie y se espolvorea de harina. Se mete en el horno y se cuece a altura media durante 1 hora (o hasta que se vea que está hecha y doradita).
Una vez listo, se deja enfriar sobre una rejilla... ¡Si sois capaces, porque yo no resisto la tentación de probarlo recién salido del horno! :)
Esta receta ha sido adaptada del blog http://mundodedulcinea.blogspot.com
Me imagino lo bueno que tiene que estar este pan, con el contraste de sabores en el paladar.
ResponderEliminarBesos
Sí, es muy sabroso y completo. Besos, Lorelai.
ResponderEliminarQué pena q yo no pueda tomar harina de espelta, pq el aspecto es buenísimo.... sniff sniff... me quedo con las ganas!!
ResponderEliminarBicos
La verdad es que yo de panes sin gluten no sé nada pero quizás puedas hacer un pan similar con las semillas y tu receta favorita de pan sin gluten. Venga, Larpeiriña, que lo de quedarnos con las ganas no es lo nuestro ;) Besos
ResponderEliminarQueeeeeeeeeeee pan, tiene un color estupendo y una presecia de lujo ;)
ResponderEliminarUn saludito
Venga, Mijú, yo pongo el pan encantada y tú traes tus hamburguesas tan ricas y organizamos una merendola... ;)Besos
ResponderEliminarRico es poco!!! está riquísimo...pero tengo que volver a probar, porque me equivoqué en la cantidad de harina, y ya no le pude poner la avena..Así que no sé si fue por eso, me quedó un poco más mazacote que el tuyo, o fue porque le hice los cortes distintos pero no subió tanto..El próximo seguro que sube un poquito más. ñam...hoy he comido pan de espelta sin tener que deshidratar..
ResponderEliminarNuria: Ja,ja,ja, me encanta tu entusiasmo. No sabía que era éste el pan que ibas a hacer, pensaba que era el básico de soda. Sí, sí que está muy bueno, éste es el "especial" para mí en este momento. A diario hago distintas variedades del de soda básico, alternando las harinas, y éste es para días en que tengo más tiempo y me apetece darme el capricho y hacerlo a mano.
ResponderEliminarLos panes con bicarbonato son diferentes a los de levadura, no son tan esponjosos, sino que se parecen más a los alemanes, de miga más bien compacta, pero mazacotes no... De hecho, se desmiga con cierta facilidad, lo cual a mí me parece parte de su encanto :) No sé qué te pudo haber pasado... Igual al alterar la cantidad de harina te salió la masa más dura (es más bien blanda, paras de añadir harina en cuanto la puedes manejar) o quizás dejaste la bola de masa más plana que redondeada y te quedó más estrecha. Ya me dirás si lo vuelves a hacer. Besos y me alegra mucho que hayas podido disfrutar de pan fresco ;)
(Huy, me están entrando unas ganas de hacerlo... No sé si caerá este fin de semana ;) )
Jeje...es que cuando entré a buscar la receta vi este, y me pareció ideal! como en el desayuno tengo que tomar pipas y sésamo, pues le añadí esas semillas al pan.
ResponderEliminarYo creo que fue justamente que le añadí más harina de la cuenta, y quedó como una masa de pan que se trabajaba demasiado bien, o sea poco pegajosa, poco blanda.
También, pasó más rato de la cuenta hasta que lo pude meter en el horno, tuvimos que meter antes la pizza de espelta que estaba preparando..jaja. Así que ya te digo, lo próxima vez saldrá mejor..creo que mañana me pongo.
Te tengo que escribir..
Núria
Nuria: Vale, vale, entonces está claro... éstas masas no pueden esperar para entrar en el horno y también parece que se te fue la mano con la harina, no tiene que resultar demasiado cómoda de manejar. Pero como para otra vez ya lo sabes, te quedará estupendo, ya verás ;) Me temo que quien tiene que escribir soy yo, no me he olvidado ;) Besos
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