Páginas

¡BIENVENID@!

¡BIENVENID@!

En este blog encontrarás las recetas que he ido descubriendo, adaptando, reinventando o creando… sin trigo, sin levaduras ni lácteos. Lo que en principio parece una limitación, se puede convertir, con un poco de cariño, imaginación y ganas de experimentar cosas nuevas en un reto apasionante que permite descubrir ingredientes y sabores antes desconocidos y ensanchar los horizontes de nuestra cocina de forma saludable y sabrosa... haciéndonos sentir que el mejor restaurante está en nuestra propia casa.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Brownies (OV, SG)


Soy consciente de que no descubro la pólvora con esta receta. Todo el mundo ha oído, al menos, hablar de los brownies, de origen americano y delicioso sabor a chocolate... Muchos los habréis probado en alguna ocasión, otros tantos los habréis hecho en casa y otros más seguro que ya sois adictos a ellos... Lo sé. Además, en la red se pueden encontrar miles de recetas similares a ésta, no es especialmente novedosa. Lo sé también. Pero la quería compartir con vosotros porque me gusta mucho. La llevo haciendo unos cuantos años ya, lo cual significa que ha ido evolucionando conmigo, como tantas otras, para adaptarse a mi situación... sin perder ni un ápice de su encanto. 

Los brownies son una especie de bizcocho no muy alto que se sirve normalmente cortado en porciones cuadradas, de intenso sabor a chocolate y una característica textura húmeda. A veces se suele cubrir de un glaseado, normalmente también de chocolate, pero como a mí no me gustan las cosas demasiado dulces, nunca se lo pongo, me parece perfecto así.


Para conseguir la textura húmeda que le caracteriza me parecen esenciales dos cosas: elegir el molde adecuado y calcular muy bien el tiempo de cocción. Parece de perogrullo porque esto se podría decir de los bizcochos en general pero es especialmente el caso para los brownies

A mí me gusta utilizar moldes de Pyrex (son mis favoritos para los bizcochos en general) rectangulares y no demasiado altos: me permiten ver cómo va la masa en el horno y conseguir un resultado de la altura adecuada (unos 2,5-3 cm). Respecto al punto de cocción no tengo truco, sólo la experiencia. Hay que estar muy atent@ porque enseguida pasa de ser un delicioso brownie a convertirse en un rico bizcocho, esponjoso pero seco. La clásica prueba de la aguja no sirve de mucho: si sale limpia ya te has pasado... Yo suelo fijarme en el momento en que la masa empieza a despegarse del molde, la superficie se ve hecha pero por dentro aún conserva cierta humedad.

INGREDIENTES: (para un molde rectangular de 22x35cm: salen unos 20 brownies)

- 120 ml de aceite de oliva (virgen extra)
- 400 gr de azúcar integral de caña (utilicé mascobado)
- 2 cucharaditas de esencia de vainilla
- 4 huevos
- 150 gr de harina de arroz (integral y eco)
- 100 gr de cacao en polvo (SG, sin azúcares ni aditivos)
- 1/2 cucharadita de bicarbonato
- 1/2 cucharadita de sal
- 110 gr de nueces, picadas

ELABORACIÓN:

Precalentar el horno a 180º (con calor inferior y superior).

Mezclar en un bol la harina, el cacao, la sal y el bicarbonato. 

Aparte, en otro bol, batir los huevos con el azúcar. Añadir la vainilla y el aceite y batir de nuevo. A continuación, agregar la mezcla del bol de la harina y seguir batiendo. Finalmente, incorporar las nueces.

Verter la masa en un molde engrasado y cocer hasta que esté en su punto (en mi horno tardó unos 25 minutos pero es mejor estar pendiente a partir del cuarto de hora).

¡Que los disfrutéis!

sábado, 22 de octubre de 2011

Fabas con Setas (Alubias con Setas) (VG)



¡Ay! ¡Que me he despistado y por poco se me pasa el CSC de este mes! Si es que el tiempo pasa  volando... 

En esta ocasión, Bruma de Paraíso Vegetal nos propone elaborar un plato de cuchara con ingredientes de temporada. Yo presento uno muy de mi tierra, las fabas con setas. Si sois tan afortunados como para poder ir a buscar las setas vosotros mismos... ¡todo un lujo! En mi caso, las he tenido que comprar de cultivo, pero aún así, el resultado es muy rico y nutritivo.

INGREDIENTES: (para 2-3 personas)
- unos 250 gr de fabas* (o alubias blancas)
- 1 hoja de laurel 
- 1 cebolla pequeña
- 1/4 pimiento rojo (grande)
- 1 diente de ajo, picado fino
- 1 sobre de azafrán en polvo
- 1 tira de alga kombu
- sal
- agua (mineral o filtrada), hirviendo

- 1 bandeja de setas (creo que son de 250 grs)
- 2-3 dientes de ajo
- 1 guindilla pequeña
- sal
- pimienta
- un chorro de vino blanco
- unas ramas de perejil fresco, picado

- 1 cucharada de mugi miso**

* Las fabas son las alubias blancas típicamente asturianas que se utilizan en la tradicional fabada. Son deliciosas y de una consistencia mantecosa muy agradable al paladar una vez cocinadas. En su defecto se pueden utilizar otras de características similares.


** ¡Atención! El mugi miso NO es apto para celíacos, ya que se elabora a base de soja y cebada. Otras variedades contienen sólo soja (hatcho miso) o soja y arroz (shiro miso o miso blanco) por nombrar sólo las más comunes en nuestro país, pero como suelen ser productos de importación es necesario extremar las precauciones respecto a las posibles trazas. (Ver barra lateral derecha para más información).

ELABORACIÓN:

El primer paso será dejar en remojo las fabas durante toda la noche. 

Al día siguiente, ponemos en una cazuela un poco de aceite en que rehogaremos la cebolla. Cuando empiece a estar transparente, agregamos el pimiento, dejamos hacer un poco y finalmente, el ajo. Cuando está todo bien rehogado, añadimos las fabas metidas en una bolsa de legumbres (para poder separarlas luego con facilidad), la hoja de laurel, agua (en la que se habrá disuelto el azafrán) hasta cubrirlas con holgura, la sal y el alga kombu lavada. 

Se deja cocer hasta que estén en su punto. Yo suelo utilizar la olla rápida y las dejo cociendo unos 18 minutos desde que sale vapor por la válvula. Si es en cazuela normal tardará bastante más.

Mientras tanto, vamos preparando las setas.

En una sartén con un poco de aceite, rehogamos el ajo y la guindilla. Cuando está tierno (pero no dorado), añadimos las setas, las salpimentamos y dejamos hacer un poco. Entonces añadimos el vino blanco y dejamos reducir. Cuando las setas estén tiernas, espolvoreamos de perejil picado y reservamos.

Una vez listas las fabas, sacamos la bolsa y la hoja de laurel y pasamos por la batidora el caldo con las verduras y el alga (si nos parece que va a resultar muy ligero, quitamos caldo y lo reservamos). 

Sacamos las fabas de la bolsa y las ponemos en una cazuela de barro, junto con las setas. Añadimos el caldo triturado. Si queda demasiado líquido para nuestro gusto, podemos triturar unas cuantas fabas para espesarlo; si tenemos el problema contrario, añadiremos poco a poco caldo de cocción que habíamos reservado.  Se deja cocer a fuego mínimo un ratín para que se junten bien los sabores y se integren todos los ingredientes. 

En el último momento se aparta del fuego y se añade el miso, procurando que se disuelva y integre completamente. Están de buenas...

miércoles, 19 de octubre de 2011

Gratinado de Mijo y Verduras (VG, SG)


Este es un plato que hago desde hace relativamente poco tiempo y que he ido modificando para adaptarlo un poco más a nuestro gusto sin que pierda sus buenas cualidades. Esta es la versión actual, que me gusta mucho.

INGREDIENTES:
- 1 taza de mijo
- 2 cebollas medianas, cortadas a dados
- 1/2 brécol, separado en ramilletes pequeños
- 1 pimiento rojo pequeño, cortado en dados 
- 1 taza de champiñones, cortados en láminas
- sal
- tamari (ver barra lateral derecha del blog para más información)
- aceite de oliva (virgen extra)
- almendra en polvo






ELABORACIÓN:


En una cazuela con un poco de aceite rehogar la cebolla con un poco de sal. Cuando empiece a ponerse transparente, añadir el pimiento y los champiñones y seguir rehogando con unas gotas de salsa de soja.

Agregar el brécol y el mijo, lavado y escurrido. Cubrir con 3 tazas de agua y salar (con cuidado, ya que el tamari ya aporta sal. Dejar hervir, tapar y bajar el fuego al mínimo, dejando cocer durante unos 25 minutos, hasta que se haya absorbido el líquido y el mijo esté hecho.

Precalentar el horno en la función de gratinador a 190º.

Mezclar bien todos los ingredientes y colocarlos en una fuente de horno. Espolvorear con almendra molida y gratinar al gusto.



Esta receta está basada en una de "La Nueva Cocina Energética" de Montse Bradford, ed. Océano-Ambar.

domingo, 16 de octubre de 2011

Boroña Asturiana (VG)



Bake Bread for World Bread Day 2011Hoy es el Día Mundial del Pan (World Bread Day) y también el Día Mundial de los Alimentos (World Food Day). El HEMC de este mes se hace eco de este evento y nos invita a hornear un pan de nuestra elección para celebrarlo. Una estupenda ocasión para recordar a todas las personas que, en distintos lugares del globo, no tienen lo suficiente para llevar una alimentación digna, que sufren hambre o mueren por desnutrición. Esta mañana por la radio oí que el porcentaje mundial es actualmente 1 de cada 6 personas, ya que la situación se ha agravado más aún a consecuencia de la crisis económica. Mientras un 15% de la población mundial padece esta situación, un 20% sufre obesidad... Y está demostrado que la producción mundial de alimentos da para satisfacer las necesidades de todo el mundo... Algo está fallando. Y mucho.

Para participar en la iniciativa he querido preparar un pan tradicional de mi tierra (Asturias), la boroña o pan de maíz porque tiene cierta relación con lo que hoy conmemoramos. La boroña es un pan sencillo, popular, que se hacía en los hogares rurales con los ingredientes que se tenían a mano: harina de maíz, levadura, agua y sal. Era un pan humilde que formaba parte habitual de la dieta de muchas personas en la época de posguerra, cuando los medios escaseaban y las familias tenían dificultad para acceder a la harina de trigo. Está, por tanto, muy relacionado en su origen con la escasez. Según la sociedad fue avanzando económicamente, fue cayendo en desuso hasta que hace ya unos cuantos años algún panadero que otro tuvo la feliz idea de recuperarlo y hoy en día se puede encontrar con cierta facilidad en muchas panaderías asturianas. 

Es un pan diferente, de miga compacta con un delicioso sabor a maíz y altamente evocador para los asturianos. Trae resonancias de pueblo, de cocina lenta hecha con amor, de ingredientes antiguos y sin procesar, producidos por uno mismo, de contacto con la naturaleza y el campo... 

Personalmente me encanta y lo suelo alternar con otras variedades con mucha frecuencia. Lo que hoy presento en esta entrada es mi versión particular, ya que al no poder utilizar ni levadura ni harina de trigo en mis preparaciones, no podía ceñirme a la versión estándar. Creo que así podrá ser útil a otras personas que estén en la misma situación que yo. 

Como la harina de maíz no lleva gluten, es conveniente mezclarla con otra que sí lo tenga o que haga un efecto similar a éste con el fin de conseguir una masa que amalgame bien y consiga levar en el horno. En mi caso, siempre la combino con harina de espelta.

Con mucho cariño desde Asturias...

INGREDIENTES: (para un bollito pequeño de 250 gr)
- 150 gr de harina de maíz ecológico* (no vale Maizena; es harina pura, de color amarillo y sin aditivos, mezclas ni levaduras)
- 100 gr de harina integral de espelta ecológica
- 150 ml de leche vegetal (he utilizado de almendras, natural y casera pero vale de soja, de arroz... siempre que no estén aromatizadas ni azucaradas)
- zumo de 1/4 limón
- 1/2 cucharadita colmada de bicarbonato de soda
- 1/2 cucharadita de sal

* Es importante porque si no, lo más probable es que sea transgénico.

Harina de maíz ecológica
ELABORACIÓN:

Precalentar el horno a 220º, calor inferior y superior y función turbo.

Por un lado se mezcla la leche con el zumo de limón y se deja reposar un poco.

En un bol se mezclan bien los ingredientes sólidos (harinas, sal y bicarbonato). A continuación, se añade la leche en el centro y se mezcla con una cuchara de madera. Cuando ligue, se vuelca sobre una superficie y se amasa un poco, sólo hasta poder formar una bola de masa (si se amasa en exceso no queda bien y tiende a salir duro).

Colocar sobre un molde, bandeja para galletas, hoja de silicona, papel de hornear, etc enharinado, hacerle un corte con forma de cruz en la superficie para que favorezca el horneado y espolvorear con un poco de harina.

Hornear durante 10 minutos a 220º, luego bajar la temperatura a 200º y terminar de hornear. Estará listo cuando la corteza esté doradita y crujiente, en mi horno tardó unos 25 minutos. Es muy importante controlarlo a partir de 20 minutos por si acaso.


Esta vez lo he hecho a mano, que me encanta, para esta ocasión pero normalmente lo hago en panificadora, ya que me resulta mucho más cómodo cuando lo hago entre semana.

Este es el resultado en panificadora:


Para su elaboración en panificadora, hay que doblar las cantidades y poner sólo 1 cucharadita rasa de bicarbonato (si no, da sabor amargo a la masa) y echar los ingredientes en la cubeta de la panificadora en este orden:

- la leche mezclada con el zumo
- los dos tipos de harina, bien mezclados previamente*
- la sal
- el bicarbonato


* En la panificadora suelo poner algo más de espelta que maíz (300 gr de espelta por 200 de maíz) para conseguir un mejor amasado y resultado final.

Mediante el programa individualizado, se ponen 5 minutos de amasado y 55 de horneado con el color tostado oscuro. Es conveniente vigilar la masa a los 5 minutos, ya que la harina de maíz forma una masa pesada y compacta que fácilmente puede quedarse desperdigada por la cubeta. Si es así, se agrupa con la ayuda de una cuchara de madera, sin apretar ni aplastar (si no, el pan quedará duro) y se deja que continúe el proceso programado.

¡Que lo disfrutéis!






miércoles, 12 de octubre de 2011

Pastel Griego de San Antonio ("Fanouropita") (VG)

Este pastel tiene su gracia. O, al menos, a mí me la hizo cuando lo descubrí. 

Es griego y está dedicado a San Fanourios, patrono de las cosas perdidas. A ver, me explico. Cuando érais pequeños y andábais como locos por casa buscando algo que se os había perdido ¿no os decía vuestra abuela: "Anda, nena, rézale un Padrenuestro a San Antonio y ya verás como aparece"? Bueno, pues este buen hombre parece ser el equivalente a nuestro San Antonio en Grecia. 

Su fiesta es el 27 de agosto y este pastel tradicionalmente se hace la víspera, se lleva a la iglesia para bendecirlo y luego se comparte, aunque también se prepara en cualquier momento del año con la intención de conseguir recuperar las cosas que se pierden. Me gusta mucho la idea porque así, si les cuesta aparecer, por lo menos se disfruta del pastel, que os aseguro que no es poco, y hará un poco más llevadera la búsqueda.

Por otro lado, buscando información sobre esto, he visto que no sólo se utiliza para objetos, sino también para personas o preguntas en busca de respuesta... ¿No os parece que es un momento ideal para ponerse con las manos en la masa y que este hombrecillo nos eche un cable, a ver si encontramos respuesta a las incógnitas que desde hace un tiempo nos está planteando la sociedad en la que vivimos? ;)

Por si aún no os he convencido, este pastel desprende un olorcillo al salir del horno... sabe aún mejor, es muy saludable (dentro de lo que es un dulce, claro), ya que no lleva grasa saturada alguna y es apto para veganos. ¡Lo tiene todo!

INGREDIENTES:
- 380 gr de harina (he utilizado espelta integral ecológica pero no dudo que con harina de arroz quedaría muy bien y sería apto para celíacos)
- 1  1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
- 125 gr de azúcar integral de caña (he utilizado mascobado)
- 175 ml de aceite de oliva (virgen extra)
- 175 ml de zumo de naranja 
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 1 cucharadita de aroma de vainilla

ELABORACIÓN:

Calentar el horno a 190º, con calor inferior y superior y turbo. Preparar un molde rectangular de 23,5 x 18,5 cm o circular de 24 cm de diámetro engrasándolo y revistiéndolo de tiras de papel de hornear (para facilitar el desmoldado).

En un bol mezclar bien la harina, el bicarbonato, la canela y el azúcar. Añadir el aceite, el zumo y la vainilla y batir con el accesorio de varillas de la batidora. El resultado es una masa muy densa (me recuerda mucho a la del Pastel Croata de Semillas de Amapola), que será necesario manejar con la espátula para verter en el molde.

Hornear hasta que al insertar una aguja salga limpia (en mi horno tardó unos 40-45 minutos). Dejar enfriar un poco, desmoldar sobre una rejilla y enfriar completamente antes de decorar espolvoreando la superficie con azúcar glas. Servir cortado en cuadraditos pequeños.









Esta receta ha sido adaptada de Desserts Magazine.

domingo, 9 de octubre de 2011

Pasta al Pesto de Almendra (VG, SG)


Hacía tiempo que tenía ganas de probar a hacer "pesto", el sabroso condimento italiano para pasta a base de albahaca fresca, piñones, ajo, parmesano y aceite de oliva. Me encantan el sabor y aroma de la albahaca, la cuestión es que me topaba con dos problemas, uno, muy evidente, el parmesano, ya que no puedo consumir lácteos y otro más subjetivo, los piñones... no los puedo ver ni en pintura. Me encantan los frutos secos pero los piñones se me resisten desde siempre. 

Hace unos meses, para mi sorpresa y alegría y gracias a mi compañera de In Cucina, me enteré de que existía "pesto" de almendra, típico de ciertas zonas de Italia. También, más o menos a la vez, descubrí la variante que ofrece Montse Bradford, con almendras, pero requería algunos ingredientes que me cuesta muchísimo conseguir donde vivo. Así que cuando vi en la revista Cocina Vegetariana una versión apta para mí, con ingredientes bastante sencillos y con un aspecto delicioso, me lancé a probarla. Me encantó. Resulta de un sabor muy suave y delicado. Ha quedado incorporada al repertorio de pasta de casa. Os dejo con la receta tal y como yo la hice, ya que varié algunas cosas.

Perdonad la escasez de fotos esta vez pero he tenido que desechar unas cuantas por haber salido desenfocadas :(

...Por cierto, la almendra es un ingrediente muy interesante para los que no consumimos lácteos, debido a su aporte de calcio (además de hierro, fósforo, manganeso, magnesio, proteína y vitamina E. ;)

INGREDIENTES: (Para 2 personas)

- Macarrones de arroz (en la cantidad habitual, yo calculo a ojo, la verdad)
- 1 cebolla mediana, picada fina
- 1/2 calabacín mediano (admite más, la próxima vez utilizaré uno entero), pelado o no dependiendo de gustos y de si está en temporada, y cortado en láminas 
- 1 tomate fresco en su punto de madurez, bien firme (también se puede poner un poco más, 1 1/2 ó 2), cortado en dados
- aceite de oliva (virgen extra)
- sal
- pimienta (mejor recién molida)


Para el "Pesto":

- 1 puñado de hojas de albahaca fresca (si tenéis una planta en casa, mejor que mejor, se da bien incluso dentro de la cocina si tiene buena luz natural)
- 1 diente de ajo, picado fino
- 1 cucharadita (ó 1 cucharada si se quiere un sabor más intenso) de almendra molida (o entera y la trituramos en el momento)
- 2 cucharadas de aceite de oliva (virgen extra)
- 100 ml de nata vegetal (yo utilicé de almendra... estupenda para este plato)

- Almendra molida al gusto para espolvorear y gratinar

ELABORACIÓN:

Precalentar el horno a 190º en función de gratinador.

Por un lado, se pone la pasta a cocer en una olla grande con abundante agua hirviendo y sal. 

Mientras tanto, en una sartén con un poco de aceite se pone la cebolla con una pizca de sal. Cuando está a medio hacer se añade el calabacín y se rehoga bien y, finalmente, el tomate, dándole unas vueltas y dejando que se haga un poco. No se trata de hacer salsa, así que simplemente lo rehogamos un poco, añadiendo pimienta al gusto. 

Mientras se hacen las verduras preparamos el pesto. Ponemos en el mortero la albahaca, previamente picada, la almendra, el ajo y una pizca de sal con el aceite y machacamos bien hasta obtener una pasta, que mezclaremos finalmente con la nata líquida.

Para preparar el plato, una vez cocida y escurrida la pasta, la mezclamos con las verduras rehogadas y la ponemos en una fuente de horno. Cubrimos con el "pesto", espolvoreamos con la almendra molida y gratinamos hasta que esté suficientemente dorado para nuestro gusto...


Receta basada en una de la revista Cocina Vegetariana, nº 25.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Salsa para Albóndigas (VG, SG)


Se suele decir que "lo prometido es deuda". Cuando publiqué la receta de las albóndigas de berenjena y calabacín, mencioné que me apetecía hacerlas con la salsa que antes utilizaba para las albóndigas de carne, ya que nos gusta mucho en casa, e Inma me pidió que la publicara, así que aquí está.

Para los ingredientes y elaboración de las albóndigas, podéis ver el enlace de arriba. La harina que he utilizado  esta vez, tanto para las albóndigas como para la salsa, es de garbanzo, con la idea de hacer el plato un poco más proteico.

He usado la olla rápida, mi inseparable compañera de fatigas culinarias, pero se puede hacer en una sartén o cazuela normal, aumentando los tiempos.


Y por último, disculpad la austera decoración del plato, es lo que tiene esto de publicar lo que se hace en medio de los distintos horarios de trabajo y las tareas cotidianas, con el tiempo justo para comer y salir corriendo :)

INGREDIENTES de la salsa:
- Aceite de oliva virgen extra
- 1 pimiento verde, picado fino
- 1 cebolla mediana, picada fina
- 1 zanahoria, pelada y picada fina
- 2 cucharadas de harina (he utilizado de garbanzo pero vale cualquier otra)
- Nuez moscada (preferiblemente recién rallada, es infinitamente más aromática)
- Pimienta blanca (recién molida, por la misma razón)
- Sal
- Vino blanco (1 vaso o según gusto)


ELABORACIÓN:


Calentar un poco de aceite en la olla rápida (o cazuela), el suficiente para rehogar las verduras. Rehogar la cebolla a fuego lento. Cuando empiece a estar blanda y transparente, añadimos el pimiento y la zanahoria y seguimos rehogando un ratín más para que se haga todo.

Agregamos la harina y la rehogamos bien para que pierda el sabor a crudo. Finalmente añadimos el vino blanco y la cantidad de agua necesaria para cubrir las verduras. 

Se deja cocer lentamente hasta que esté hecha. En olla rápida yo suelo dejarla unos 5 minutos desde que sale el vapor de la válvula. Pasado este tiempo, se tritura con la batidora (o el pasapurés, eso va en gustos) y se vuelve a poner en la olla, a la que se incorporan las albóndigas, que ya tendremos preparadas y fritas. Se puede volver a cerrar la olla otros 5 minutos para que se acabe de hacer el plato y las albóndigas cojan el sabor de la salsa o se puede hacer con la olla destapada durante un ratín más. 

¡Que las disfrutéis!



sábado, 1 de octubre de 2011

Manzanas con Crema de Cacahuete Caramelizada (VG, SG)


Si os pasa como a mí, que me vuelven loca las frutas en compota, asadas, al vapor... os encantará esta receta. Más sencilla no puede ser y, sin embargo, resulta sorprendente la deliciosa combinación con el caramelo de cacahuete, que está de verdadero vicio. Cuando vi la receta por primera vez, tengo que confesar que se me frunció un poco el ceño ante la ralladura de limón, no estaba segura de que me fuese a gustar la mezcla pero, afortunadamente, me dejé llevar y resultó que justo eso es lo que hacía que el caramelo fuese diferente y especial... ¡tan novedosamente rico!

INGREDIENTES: (para 4 personas)
- 4 manzanas (utilicé Royal Gala)
- 2 cucharadas de mantequilla de cacahuete (eco)
- 3 cucharadas de azúcar (panela)
- 2 gotas de aroma de vainilla
- 1 cucharada de ralladura de limón, previamente muy lavado
- un poco de agua
- crocanti de almendra (para decorar)


ELABORACIÓN:

Lo primero que haremos será cocer las manzanas, peladas y enteras, al vapor (también se pueden asar al horno, pero personalmente, para esta receta a mí me gustan más así). El tiempo dependerá de si las queremos más o menos blanditas, en mi caso yo las dejé unos 15-20 minutos porque me gusta que queden tiernas pero firmes.


Mientras cuecen las manzanas, iremos preparando la crema. Para ello, ponemos en un cazo pequeño al fuego la mantequilla de cacahuete, el azúcar, la vainilla y la ralladura de limón, añadiendo agua poco a poco según vayamos viendo y mezclando bien hasta que adquiera la consistencia que deseamos.

Una vez cocidas las manzanas, se colocan en una fuente y se vierte la salsa, caliente, por encima de cada una. Luego, se decora con el crocanti de almendra. Decir "buenas" es poco...


La crema sobrante está buenísima con el pan del desayuno... como ya tiene un delicioso punto dulce, no vamos a echar de menos mermelada :)




Esta receta ha sido tomada del libro La Nueva Cocina Energética de Montse Bradford. Ed. Océano-Ambar.