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¡BIENVENID@!

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En este blog encontrarás las recetas que he ido descubriendo, adaptando, reinventando o creando… sin trigo, sin levaduras ni lácteos. Lo que en principio parece una limitación, se puede convertir, con un poco de cariño, imaginación y ganas de experimentar cosas nuevas en un reto apasionante que permite descubrir ingredientes y sabores antes desconocidos y ensanchar los horizontes de nuestra cocina de forma saludable y sabrosa... haciéndonos sentir que el mejor restaurante está en nuestra propia casa.

jueves, 13 de junio de 2013

Tempeh Encebollado (SG, VG)

Me gusta el tempeh. Aparte de las propiedades nutritivas que tiene y las ventajas que presenta sobre el haba de soja tal cual por el hecho de estar fermentado,  me gusta mucho desde el punto de vista meramente culinario por su consistencia, compacta y saciante y por su sabor. 

Hace poco se me ocurrió que a esta textura le tendría que ir muy bien la salsa del hígado encebollado y ya no paré hasta probarlo. No estaba equivocada, nos gustó mucho y desde entonces se ha convertido en un plato frecuente en casa. Os animo a probarlo... infinitamente mejor desde todo punto de vista que el clásico hígado.

INGREDIENTES: (Para 2 personas)

- 250 gr de tempeh*, cortado en rodajas de 1 cm, aprox.
- una tira de alga wakame
- 1 cucharada de tamari

- Harina de maíz (u otra según gusto)*
- Ajo en polvo (al gusto)
- Pimienta blanca
- Perejil picado

- 1 cebolla o cebolleta, picada
- 2 dientes de ajo. picado fino
- 1 hoja pequeña de laurel
- 1 rama de perejil, picada
- una cucharadita de moka de pimentón (o más, si se prefiere)
- aceite de oliva

* Yo suelo comprarlo en rollos de 500 gr porque me resulta mucho más práctico que las pequeñas cantidades que vienen cortadas en tiras o cubos en tarros de cristal. Por si os resulta difícil dar con ellos y aunque no me gusta nada dar nombres de marcas, éste que yo uso es de Vegetalia y resulta muy bueno.

* A mí me gusta usar para rebozar harinas con sabor, con personalidad. Entre mis favoritas, dependiendo de para qué las use, están la de maíz (no Maizena sino la de color amarillo) y la de garbanzo. Si queréis sabores más neutros, cualquier otra vale, siendo perfecta la de arroz en este sentido.

ELABORACIÓN:

Lo primero será cocer el tempeh para mejorar su digestibilidad. Para ello lo ponemos en un cazo con agua (más o menos la mitad del volumen del tempeh), el tamari, un diente de ajo y el wakame. Tapamos y dejamos que empiece a hervir, entonces dejamos que cueza a fuego medio-bajo entre 15 y 20 minutos (yo suelo esperar a que absorba todo el líquido, así queda muy sabroso y absorbe todos los nutrientes del caldo).

Mientras tanto, preparamos en un plato una mezcla de harina de maíz, ajo en polvo, pimienta blanca y perejil para rebozar el tempeh. Cuando el tempeh está cocido y listo, lo cortamos en cubos de tamaño medio, los rebozamos y los freímos en poco aceite. Escurrimos y reservamos.

Vamos entonces preparando el encebollado. En una cazuela (lo suelo hacer en una de barro porque retiene mejor el calor, aparte de que me gusta mucho) con aceite de oliva al gusto se rehoga la cebolla hasta que esté transparente (le pongo el justo para que la cebolla rehogue bien y quede jugosa, pero mucho menos que el que lleva la receta tradicional para el encebollado).  Cuando esté a medio hacer se añade el ajo, el laurel, el pimentón y el perejil. Se remueve de vez en cuando para que no queme y se va haciendo a fuego medio-bajo. Cuando esté listo, se agrega el tempeh recién frito, se le da unas vueltas y se sirve inmediatamente.