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¡BIENVENID@!

¡BIENVENID@!

En este blog encontrarás las recetas que he ido descubriendo, adaptando, reinventando o creando… sin trigo, sin levaduras ni lácteos. Lo que en principio parece una limitación, se puede convertir, con un poco de cariño, imaginación y ganas de experimentar cosas nuevas en un reto apasionante que permite descubrir ingredientes y sabores antes desconocidos y ensanchar los horizontes de nuestra cocina de forma saludable y sabrosa... haciéndonos sentir que el mejor restaurante está en nuestra propia casa.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Quiche Espiral de Mil Colores (OV)


La tenía que hacer. Lo supe en cuanto la vi. Me hipnotizó la vistosa espiral de color. No fue de esas cosas que sabes que harás pero tienes que encontrar el momento. No, esto tenía que ser ya, me moría de curiosidad por ver cómo resultaba. 

Resulta un poco más laboriosa que otras quiches, la espiral es la espiral... pero compensa la dedicación. 

Para la quiche he utilizado básicamente la base y el relleno habituales, he tomado la idea de la espiral usando las verduras que tenía a mano en casa en ese momento y que pudieran ser lo suficientemente maleables y decidí hacer el borde exterior con champis, para darle una textura y un sabor que contrastaran con las verduras centrales. Un acierto. Ideal para una comida de fiesta, para recibir invitados... o simplemente para disfrutar en casa cualquier día que se pueda disponer de un poco más de tiempo.

INGREDIENTES: (Para un molde redondo de 25 cm)

- Una base de quiche

- 1 calabacín mediano
- 2 zanahorias hermosas
- 1 tarro de pimientos del Piquillo ( 200 gr)
- 8 champiñones, cortados en láminas
- 1 diente de ajo
- 3 huevos 
- 200 ml de crema de anacardos para cocinar (o nata vegetal líquida)
- sal
- pimienta
- nuez moscada
- hierbas al gusto o sal de hierbas*

Yo he utilizado una sal de hierbas que contiene sal, orégano, pimiento rojo deshidratado, albahaca, pimienta negra, tomate deshidratado, ajo, cebolla, romero, tomillo y mejorana. 

ELABORACIÓN:

Al preparar la base de la quiche, añadirle un toque de sal de hierbas o de hierbas. Dejar reposar la bola de masa mientras se prepara el relleno, que lleva un ratín. Preparar el molde, aceitándolo un poco y precalentar el horno a 200º.

El primer paso consiste en preparar las verduras. Una vez bien lavadas, se corta el calabacín  (sin pelar) y la zanahoria (pelada) en láminas finas longitudinalmente. Para hacerlo yo utilicé el pelapatatas, ya que de lo finas que salgan dependerá en gran medida la facilidad con que podamos modelar la espiral. El pimiento lo cortamos en tiras lo más largas posible del mismo ancho que las láminas de calabacín y zanahoria.

Rehogamos el ajo en una sartén y añadimos los champis hasta que estén medio cocinados, reservándolos a continuación.

Para formar la espiral, que es la parte más laboriosa de esta receta, yo decidí hacerlo sobre la tabla de cortar las verduras para evitar que se me deformase si lo hacía directamente en el molde, sobre la crema. Empecé por el centro con pimiento, luego calabacín y a continuación, zanahoria. El comienzo es más difícil porque tiende a desarmarse pero una vez que tenemos varios círculos concéntricos, el calabacín actúa como armazón, adhiriéndose con facilidad al resto. La idea es ir formando un círculo de cada verdura, solapando láminas según se va ensanchando el diámetro. Como el pimiento tiene un sabor más dominante que el resto de verduras, en alguna de las vueltas lo omití. 


Una vez completada la espiral, estiramos la masa de la base y la colocamos en el molde. Preparamos la crema del relleno batiendo los huevos con la crema de anacardos y condimentando con sal, pimienta y nuez moscada. A continuación vertemos la crema sobre la base y colocamos la espiral de verduras encima. Para mí la forma más cómoda y segura de hacerlo es pasando por debajo una espátula de pastelería y una pala de servir el pescado para ayudarme. 

Una vez colocada la espiral, en el hueco que queda alrededor, se van colocando los champis rehogados. Si gusta, se puede espolvorear con un toque de sal de hierbas (o sólo hierbas).

Se deja en el horno unos 40 minutos, hasta que se vea doradita y hecha. El resultado no sólo es muy llamativo a la vista, sino también nutritivo, sano... y muy rico :)


La idea para esta receta está tomada de ésta de El Periódico

domingo, 26 de agosto de 2012

Requesón Alternativo (VG, SG)


Siguiendo la línea de platos que he hecho últimamente con coco hoy traigo un postre que bien puede sustituir al tradicional requesón, pues aunque no tiene el sabor a lácteo del mismo, no se echa de menos, está buenísimo, resulta más ligero y con una textura muy similar, suave, cremosa, de lo más apetecible...

La base de esta crema son los anacardos. Es una crema muy conocida en la cocina vegana que admite muchas posibilidades, simplemente con pequeñas variaciones:

- Crema líquida para cocinar: Basta con aumentar la proporción de agua hasta sobrepasar en 1,5 cm aprox. el volumen de anacardos. Si se quiere más líquida, ir añadiendo agua al gusto. Se puede utilizar en salsas que tradicionalmente lleven nata, en quiches, etc. Es una excelente alternativa a las natas vegetales compradas, nutritiva y mucho más natural, sin ningún tipo de aditivos ni conservantes y con un sabor muy neutro que se adapta perfectamente a una gran variedad de platos. Además, el anacardo aporta la suficiente grasa para garantizar la textura adecuada. 

- Yogur: Poner la crema en los vasitos de la yogurtera y ponerla en funcionamiento según las instrucciones o, sin yogurtera, envolver los vasitos (u otro recipiente de cristal) en una toalla y mantener a unos 40º en un lugar al abrigo de corrientes (cerca de un radiador o del horno). Esto se lo vi a Zuzi hace ya bastante tiempo. A partir del yogur también se puede hacer queso de untar, como también explica Zuzi aquí.

- Crema para postre: Se puede combinar con frutas, aromatizar con vainilla, etc. Los chicos de Dimensión Vegana tienen una crema similar con nueces y melocotones que resulta buenísima.

... Y algunas otras ideas que se me han ido ocurriendo pero que aún no he probado.

En la receta de hoy utilicé el agua de coco para aromatizar. Si se utiliza simplemente agua, probablemente hará falta algún otro aromatizante.

INGREDIENTES: (Para 2 personas)

- 125 gr de anacardos
- agua de coco (ver aquí cómo obtenerla) o agua filtrada
- 2 cucharadas de azúcar moreno (panela)
- miel (yo he puesto una suave y aromática, de azahar) al gusto

ELABORACIÓN:

Poner los anacardos en un bol, cubrir de agua y dejar en remojo toda la noche. Al día siguiente, escurrir, aclarar y colocar en la batidora de vaso. Cubrir con agua de coco sin sobrepasar el volumen de anacardos.
Batir hasta conseguir una consistencia suave y cremosa, un pelín densa. 

Añadir el azúcar y volver a batir. Probar el punto de azúcar hasta que esté a nuestro gusto (nosotros somos cada vez menos golosos, así que es posible que para algunos resulte poco dulce). Reservar en la nevera hasta el momento de servir, bien tapado.

Para servirlo al más puro estilo tradicional asturiano, utilizar cazuelinas individuales de barro y decorar con miel al gusto. Para los veganos, omitir la miel o sustituir por canela en polvo.

Aquí se puede apreciar la textura, muy cremosa

jueves, 23 de agosto de 2012

¡Al Rico Coco! (VG, SG)

Coco Rallado, Agua de Coco y Leche de Coco
Aquí estamos de nuevo, después de este parón vacacional en el blog con el que no contaba. No, no os había avisado porque pensaba seguir publicando en verano, tenía muchos proyectos pendientes y muchas ganas, y en los últimos meses apenas había podido dedicarle atención por el trabajo, pero lo cierto es que una planea pero luego la vida a veces nos lleva por otro camino.

Pero vamos al grano...

Una de las cosas que he estado haciendo últimamente es leche de coco. Los que me seguís sabéis que es la base de la nata montada que utilizo pero tenía una pega, la que hay en los súpers locales lleva bastantes aditivos y conservantes. La hay natural y ecológica pero yo no la consigo aquí y cuando -ocasionalmente- aparece alguna es carísima. En fin, que llevaba yo tiempo dándole vueltas a la historia cuando vi que los chicos de Dimensión Vegana explicaban cómo hacer leche de coco... y me animé. 

Los que sois de países tropicales pensaréis que es una bobada pero los cocos, esos frutos deliciosos pero herméticamente peludos, intimidan a los no iniciados. Sí. Os lo prometo. De entrada, uno no sabe cómo enfrentarse a ellos. Por esa razón, antes de entrar en materia explico detalladamente cómo hacerlo, por si acaso alguien tiene las mismas dudas que tenía yo.

Y finalmente, antes de dejaros con la receta tengo que decir que me he quedado boquiabierta con lo que da de sí un simple coco: aparte de 1/2 litro de leche con su grasa (para hacer la nata), he obtenido unos 200 ml de agua de coco, y 70 gr de coco rallado. Un montón de materia prima para preparar muchas cosas ricas que irán apareciendo en el blog próximamente.

Y vosotr@s, ¿Qué cosas ricas preparáis con coco?

INGREDIENTES:

- 1 coco fresco

UTENSILIOS RECOMENDADOS:

- un destornillador de estrella bien limpio
- un martillo

PROCEDIMIENTO:

Foto tomada de internet
Lo primero que haremos será agujerear el coco para sacarle el agua. Para ello buscamos en una de las bases los tres "ojos" que tiene y palpamos para ver cuál está más blandito al tacto. Colocamos el destornillador sobre éste y golpeamos con el martillo hasta perforar el agujero. Buscamos otro "ojo" más o menos blandito y repetimos la operación. Entonces volcamos el coco sobre una jarra o vaso y dejamos que suelte toda el agua que tiene. La reservamos en la nevera, pues con ella podemos hacer muchas cosas ricas (publicaré una receta en breve).


Foto tomada de internet
A continuación toca abrir el coco. Para ello, con el coco en una mano (mejor que apoyado en la encimera) vamos dando golpes secos, no demasiado fuertes, en todo el perímetro del coco. Se trata de ir haciendo que se resquebraje él solito poco a poco, no de destrozarlo de un mazazo. Una vez que está todo el perímetro agrietado, ya sólo es cuestión de separar las dos partes.

El siguiente paso es quitarle la corteza dura (puede ser bastante fácil ya en este punto) y la pielecilla marrón que lo recubre por dentro. Esto se puede hacer de distintas maneras, pero una fácil y segura es colocar el coco en la bandeja del horno y dejarlo 30 minutos a 180º, vigilando para que no se vaya a dorar. Se saca, se deja enfriar un poco y se quita la corteza con las manos y la piel con un cuchillo afilado o, mejor, con el pelapatatas.

Y ahora ya tenemos la pulpa de coco lista para usar... cruda, en batidos, etc. Yo tenía interés en hacer leche de coco, ésta es la manera.


LECHE DE COCO (Para aprox. 1/2 litro)

- La pulpa de un coco cortada en cubos
- 500 ml de agua filtrada, hirviendo


Se ponen el coco y el agua en la batidora de vaso y se procesan hasta que la pulpa resulte lo más fina posible. 

Se pasa por el chino (o por un colador de tela o un paño muy limpio), apretando bien con el almírez para extraer todo el líquido...

Y ¡Ya está! La pulpa la reservamos para la siguiente receta y ahora disfrutamos de una deliciosa leche de coco fresca...

Al enfriar en la nevera, se va formando en la parte superior una capa de grasa. Si se deja toda la noche, se puede separar del agua y montar para hacer la nata montada de coco.