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¡BIENVENID@!

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En este blog encontrarás las recetas que he ido descubriendo, adaptando, reinventando o creando… sin trigo, sin levaduras ni lácteos. Lo que en principio parece una limitación, se puede convertir, con un poco de cariño, imaginación y ganas de experimentar cosas nuevas en un reto apasionante que permite descubrir ingredientes y sabores antes desconocidos y ensanchar los horizontes de nuestra cocina de forma saludable y sabrosa... haciéndonos sentir que el mejor restaurante está en nuestra propia casa.

viernes, 6 de enero de 2012

Natillas de la Abuela (OV, SG)


Estas son las natillas que se han hecho desde siempre en mi familia. La receta es de mi abuela,  ahora las hace mi madre (¡buenísimas!) y también yo (actualmente, adaptadas a mis necesidades). Nos encantan a todos -incluso las "tuneadas", son un clásico en casa.  

Este es uno de esos postres que, en mi opinión, nunca hay que pedir en un restaurante. Son demasiado delicadas para que les compense hacerlas, así que cuando te las ofrecen, en la inmensísima mayoría de los casos son "de bote". Y cuando las haces en casa comprendes que las industriales son un burdo sustituto que se ha quedado a medio camino del original... Pensaréis que soy una exagerada pero os lo prometo, cuando veo a alguien pedir natillas, me da pena. Literalmente. Y lo pienso yo, que normalmente tengo que pasar sin postre cuando salgo a comer fuera. No, de esas natillas no me da ninguna envidia.

Os cuento algunas cosinas que he ido descubriendo por si os pueden ser útiles.

Para esta receta utilizo leche de almendra porque he visto que es la que más me gusta en las cremas. Consigue un sabor con bastante más cuerpo que otras leches vegetales, supongo que por la grasa de la almendra. A mí me gusta utilizar en la cocina leches vegetales neutras -sin aromas- y darle yo al plato el sabor que me interesa, es importante tenerlo en cuenta si utilizáis leches comerciales. Si consumís lácteos, para esta receta utilizad leche entera o semidesnatada (en cualquiera de los casos, mejor eco), nunca desnatada. Poder, se puede pero no es lo mismo. Los no-celíacos / no-intolerantes podéis usar harina de trigo.

Con estas proporciones de ingredientes (sin el agar-agar) salen unas natillas ligeritas. El alga, como podréis imaginar, no estaba en la receta de mi abuela, es un "tuneo" reciente de la nieta, y, por tanto, no imprescindible. Lo utilizo porque me gusta mucho la consistencia que le da siguiendo el procedimiento que indico y porque ayuda a estabilizar la crema. Las natillas se pueden cortar con cierta facilidad mientras se preparan y la leche de almendras casera, simplemente al calentarla, a veces, también. El hecho de utilizar un poco de harina mezclada con el azúcar (eso sí que ya era de mi abuela) y agar-agar contribuyen a evitar esto. (Por cierto, si hacéis la receta sin el alga y por cualquier razón se os cortan las natillas, ¡no las tiréis! a pesar de las apariencias, no perdáis la calma... Echadles el agar-agar a posteriori -dejando que hierva los minutos de rigor y removiendo bien y continuad como indico en la receta... ¡Quedarán impecables!)

Por último, creo que los veganos podéis jugar fácilmente con la receta y evitar los huevos  totalmente. Y si los bizcochos que se utilizan son sin gluten, el postre será apto para celíacos :)   

Y ya os dejo con la receta... estoy segura de que si probáis, ¡repetiréis! ;)


INGREDIENTES: (Para unas 6 personas)


- Unos bizcochos de soletilla (la cantidad va a depender del tipo de recipiente en que vayáis a servir las natillas)
- 1 l de leche natural de almendra (casera, sin aromatizantes)
- 9 cucharadas soperas de azúcar integral de caña (panela)
- 3 cucharadas soperas rasas de harina integral de arroz (eco)
- 3 huevos
- 1 rama de canela
- piel de limón (para esta cantidad yo he utilizado 1/2 limón, pero depende del gusto)
- 1 cucharada sopera de agar-agar en copos*


- 300 ml de agua
- 60 ml de brandy
- 4 cucharadas soperas de azúcar (panela)


* Por si alguien no lo ha utilizado nunca y tiene reparos al utilizar un alga en un postre, ¡tranquilos! es incolora, insípida, inodora y, por si fuera poco, tiene propiedades muy interesantes ;) Es la gelatina básica de la cocina vegetariana para platos dulces y salados. Tened en cuenta que la cantidad que hay que usar varía si es en copos (como la mía) o en polvo (más concentrada y, por tanto, se necesita menos).

ELABORACIÓN:


Empezamos por el almíbar. En un cazo ponemos el agua, el brandy y el azúcar, removiendo para que se integre todo bien. Dejamos hervir un ratín para que se mezclen bien los sabores y reservamos, dejando que enfríe.

Mientras tanto, del litro de leche sacamos una taza que ponemos a calentar en un cazo con la canela y el limón para que se impregne de su sabor.

En un bol mezclamos la harina y el azúcar. Si utilizamos panela tenemos que asegurarnos bien de que no nos quedan grumos en la mezcla.

Aparte, en otro bol, batimos los huevos. Agregamos la mezcla de harina y azúcar, mezclamos bien y, finalmente, la leche que nos queda, removiendo para integrar todo. Por último añadimos la leche aromatizada poco a poco y el agar-agar y colocamos en un bol al Baño María a fuego medio-bajo, removiendo bien con un batidor de mano para asegurarnos de que se disuelve el agar-agar. Dejar al fuego, removiendo continuamente, hasta que empieza a espesar un poco pero tener en cuenta que para que el agar-agar haga efecto ha de hervir unos 3-4 minutos. Esta parte del proceso es la más delicada, hay que hacerla con cariño y sin prisas   (no caigáis en la tentación del fuego máximo para acabar antes), incluso bajando un poco más el fuego si va demasiado fuerte.

Una vez listo, pasar por la batidora (parece que queda muy suelta la crema, pero no hay problema, al enfriar toma cuerpo) y reservar.

Para montar el postre utilizar recipientes de cristal y cubrir el fondo con los bizcochos. Empaparlos en el almíbar (cuánto depende del gusto de cada uno, a unos les gustan más enteros y a otros más "borrachos") y cubrir con las natillas. Dejar enfriar en la nevera y al servir decorar según vuestro gusto. A mí me encantan simplemente espolvoreadas de canela.

¡Mmmmm!





11 comentarios:

  1. Ays! Qué buena pinta!!!! Me acabas de dar antojo :P

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  2. Ja, ja, ja... En esos casos lo mejor es caer de cabeza en la tentación ;D Besos, Patri

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  3. Hola Fantasìa, qué tal las Navidades? espero que todo te haya ido muy bien pues a juzgar por las recetas creo que el amor no te ha faltado ni tampoco la ilusiòn de preparar cosas tan ricas como estas natillas de la abuela...
    A mì me privan los flanes y las natillas, sobre todo, si son caseras como las que nos sugieres con una explicaciòn tan detallada. Deliciosas, làstima que yo deba ponerme a dieta pues he exagerado un poquillo estos dìas y eso que, lamentablemente, no pude ir a España, por unos inconvenientes inesperados. Serà por eso que me pasé con el panettone...
    Un beso grande desde Venecia, Fantasìa bonita,
    Chusa

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  4. ¡Hola Chusa! Siento mucho que al final no se te haya arreglado venir para Fin de Año :( Ojalá en otro momento puedas hacer una escapadina y estar con tu familia, aunque no sea lo mismo. Respecto a las natillas, me alegra que te hayan gustado, pero si has disfrutado de un buen panettone en su lugar de origen, no está nada mal... ;) Un abrazo fuerte.

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  5. Últimamente me he aficionado demasiado a ellas! Pero es que están buenísimas!! Esta estupenda receta es demasiado tentadora! Por cierto, ya que he visto que compartimos la afición por la cocina, te recomiendo la página del cocinero Jesús Sánchez. Recetas, trucos, cursos… está muy bien! Te paso su web y también el enlace a su Fb, por si le queréis echar un vistazo. Un saludo!
    http://cocinajesussanchez.com/
    http://www.facebook.com/CocinaJesusSanchez

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  6. Tú reconoce aquí en público q lo q quieres es matarme!!! mis pobres arterias llenas de mantequilla, manteca y casi ná más... con lo maja q parecía ella ¬¬
    Mechos ^^

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  7. Si los bizcochos de soletilla me habían gustado, ya con las natillas..ni te cuento!! madre mía, yo me tengo que dar un gustazo un día!! jaja

    Núria

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  8. Raquel: Bienvenida al blog. Gracias, tomo nota.

    Larpeiriña: No, no tienes excusa, ¡no me acusarás a mí de incitarte a tapizar tus arterias de lácteos y grasas...! Yo, que incluso te ofrezco la posibilidad de veganizar las natillas para que tu colesterol quede a salvo... ;D

    Nuria: ¡Claro que sí, Nuria! Es cuestión de poner fecha y escoger el postre pero hay que darse alguna alegría.

    Besos a las tres.

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