

Y con ella, también, participo en el CSC de este mes, organizado por Jiza, de En el Vergel del Edén, y dedicado a propuestas navideñas vegetarianas, al que llego por los pelos.
Si algo es típico de la gastronomía navideña en España son los turrones y mazapanes. Tengo que confesaros que desde que empecé a hacerlos en casa hace ya algunos años, no he vuelto a probar los comprados... Además, ahora que mis necesidades dietéticas me han obligado a mirar todas las etiquetas... con más razón aún. Ni se sabe la cantidad de aditivos que llevan casi todos estos productos.
Los mazapanes son sencillísimos de hacer y ni que decir tiene que están mucho más ricos que los industriales. La misma masa se puede utilizar como base para multitud de preparaciones, como el turrón de Cádiz, rollitos rellenos o la tradicional "Culebra". En esta ocasión he hecho unas sencillas figuritas porque no tenía mucho tiempo pero a lo largo de estas fiestas posiblemente iré haciendo más cosas.
Aunque en algunas recetas añaden patata cocida, a mí no me gusta hacerlo y utilizo sólo almendra, azúcar y huevo. Aromatizo la masa con ralladura de limón, con la cantidad que indico resulta deliciosamente obvia, pero si preferís que se note menos, reducidla o utilizad limón más maduro (cuanto más verde más aromático es).
- 500 gr de almendra molida
- 400 gr de azúcar integral de caña (panela)
- Clara de huevo (la necesaria para ligar la masa)
- 1 yema de huevo
- ralladura de 1/2 limón (o menos, según el gusto)
ELABORACIÓN:
Precalentar el horno en la función de gratinador a 220º.
Sobre una superficie de trabajo formar un volcán con la almendra. Añadir el azúcar y la ralladura de limón y mezclar bien con las manos para que todo quede distribuido de forma homogénea.
A continuación, hacer un hueco en el centro del volcán y agregar clara de huevo poco a poco hasta conseguir una masa homogénea y bien integrada que se pueda recoger en una bola y no se pegue a la superficie de trabajo.
Una vez conseguido este punto, coger trozos de masa, aplanar con el rodillo, dejando el grosor que queramos que tengan las figuritas, ya que no aumentan de tamaño en el horno (yo les pongo aproximadamente 1 cm). Para darles la forma yo utilizo los moldes de galletas más pequeños que tengo. Ir colocando en una bandeja de horno sobre papel de hornear o sobre una bandeja de silicona (mis favoritas para esto).
Barnizar las figuritas con yema batida (o mezclada con algo de clara y batida) y hornear unos minutos hasta que la superficie tenga un bonito color dorado. Atención, no os despistéis, están listas en un momento, no queremos galletas crujientes, sino mazapanes tostaditos por arriba pero blanditos.
Una vez listos, sacar del horno pero dejar reposar un rato en la bandeja para que enfríen un poco, ya que según salen del horno están todavía blandos por debajo y se pueden romper. Al ir enfriando, endurecen un poco y se manejan mejor.
¡Que disfrutéis de la Navidad en todas sus facetas!
NOTA: Se me olvidaba comentar que si queréis una textura más similar a la tradicional, tenéis que utilizar azúcar glas, yo es que soy una forofa de la panela y la prefiero por sabor y cualidades aunque la textura varíe un poco (resulta más gruesa). Otra opción más saludable que el azúcar glas puede ser pulverizar azúcar integral blanca :)