Hace no muchos años, cuando una persona tenía intolerancia al huevo y la lactosa, era como si se acabase el mundo... Si no se podían tomar estas dos cosas ¿Qué quedaba? Parecía imposible cocinar así.
¡Cómo han cambiado las cosas! o ¡Cómo hemos cambiado nosotros! No sé... Como bien sabéis por experiencia propia muchos de los que visitáis este blog, cuando eres intolerante, te tienes que buscar la vida continuamente si quieres comer cosas no sólo aptas sino también ricas y saludables. Es un reto que puede ser muy divertido e interesante. Aún más si tenemos la suerte nuestra de poder comunicarnos tan fácilmente y compartir nuestras dudas y descubrimientos ;)
Poco a poco vamos aprendiendo más y más cosas y modos de hacer y un buen día comprendemos que aquello que parecía imposible, no sólo es perfectamente factible, sino que nos abre nuevas puertas y posibilidades... Y ya nada nos asusta, todo es cuestión de darle una vuelta de tuerca al asunto y echarle imaginación. Quizás nos lleve más o menos tiempo dar con el camino, pero sabemos que tiene que haber uno ;)
La receta de hoy está especialmente dedicada a las personas que no podéis o habéis optado por no tomar huevo. La he descubierto hace muy poco y nos gusta mucho, ojalá a vosotros también. Es una alternativa al clásico rebozado de harina y huevo pero, personalmente, me parece mucho mejor. Resulta crujiente y sabroso a la vez que muy nutritivo.
De todos modos, aunque el rebozado sea interesante, como con todos los fritos, sólo ocasionalmente ;)
De todos modos, aunque el rebozado sea interesante, como con todos los fritos, sólo ocasionalmente ;)
INGREDIENTES: (Para 2-4 personas)
- 1 coliflor pequeña o 1/2 mediana
- 50 gr de harina de garbanzo (eco)*
- 40 gr de harina de arroz (eco)
- 2 cucharadas soperas de harina integral de espelta (eco)**
- sal (al gusto)
- una pizca de pimienta de Cayena molida (opcional)
- agua muy fría
- aceite de oliva (para freír)
- 1 cucharadita de café de este mismo aceite
* La harina de garbanzo es estupenda, tanto por sus cualidades nutritivas como por su sabor y... ¡apta para celíacos! Yo la utilizo para diversos platos que irán apareciendo por el blog, pero me gusta mucho cómo queda en los rebozados, como ya he comentado alguna vez. Si no la habéis probado nunca, os animo a que echéis un vistazo a la sección "Sobre los Ingredientes de Mis Recetas" en la barra lateral derecha. Merece la pena tener esta harina en cuenta.
** Obviamente, los celíacos tendréis que sustituir la espelta por una harina SG (yo lo haría con harina de maíz, que también me gusta mucho para estas cosas). Tengo que decir que no he probado, pero no puede suponer problema.
ELABORACIÓN:
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Las harinas mezcladas |
Dependiendo del tamaño de la coliflor, dejaremos los ramilletes enteros o los cortaremos por la mitad o en cuartos. Nos interesa que no sean demasiado grandes. Se lavan bien y se cuecen al vapor con un poco de sal hasta que estén al dente, no más.
En un bol mezclar las harinas, la sal y la pimienta de Cayena (yo le echo muy, muy poquita, no nos gusta el picante).
Mientras tanto, se irá calentando el aceite en la sartén. La cantidad será como para cualquier rebozado, bastante. Yo prefiero utilizar una sartén no muy grande y freír en pequeñas cantidades para no estropear mucho aceite, ya que en general los rebozados no suelen permitir reutilizarlo mucho.
Cuando el aceite está caliente (sin que llegue a humear), coger una cucharadita de éste y añadir a la harina. A continuación, ir agregando agua, poco a poco, y mezclando con el batidor de varillas hasta conseguir la consistencia adecuada (densa pero que fluya al separar el batidor del bol). Yo he probado con distintas densidades y me gusta más cómo queda un pelín más densa que floja.
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Punto de la masa de rebozado |
Cuando la coliflor esté cocida al dente, ir echando los ramilletes poco a poco en el bol y envolviéndolos en el rebozado. Freír con cuidado y escurrir en una fuente sobre papel absorbente.
Fácil, fácil y muy rico... ;)