Nata Montada... ¡de Coco! (Vegana) (VG, SG)

Lo de hoy no es la receta de un plato propiamente dicho, sino una preparación básica que nos puede ser útil en la elaboración de muchos postres.

Más de una vez me habéis oído comentar lo difícil que me resulta conseguir nata vegetal en la zona donde vivo y algunos de vosotros me habéis dicho que estáis en una situación parecida. Yo la nata líquida no la consigo localmente, sino en las ciudades más cercanas (mínimo a 1 h 30 m de distancia) pero la montada... eso ya... se tienen que alinear todos los astros para poder dar con ella. Y ésta última, además, suele tener bastantes aditivos, yo por lo menos no la he conseguido nunca eco.

Os voy a ser sincera: esto no vale para mí. Me gusta ser más autosuficiente. Es cierto que no uso nata con frecuencia, pero cuando la voy a utilizar, quiero estar segura de que la puedo tener en el momento que la necesito y no depender de si cuadra o no. Por otro lado, me gusta tener cierto control sobre la calidad de los ingredientes que utilizo. Hay que buscar otro camino...

Así es que llevo ya una temporada buscando alternativas, tanto a la nata líquida como a la montada. Y éste es el resultado que he conseguido para esta última. La que véis en la foto me ha quedado semi-montada porque no tenía mucho tiempo y los utensilios no estaban todo lo fríos que deberían. Aún así, estupenda. Tiene una textura muy similar a la nata de leche de vaca pero el sabor... ¡yo diría que es mejor! ;) y resulta mucho más ligera. 

¡Ya tenemos nata montada siempre que queramos! ;)

INGREDIENTES:

- 1 lata de 400 ml de leche de coco (mejor eco); si no, en bastantes supermercados ya se puede encontrar la normal

- 65 gr de azúcar glas

ELABORACIÓN:

Es imprescindible que tanto la lata de leche de coco como los utensilios que vamos a utilizar (el bol para montar y las varillas de la batidora) estén muy, muy  fríos. Lo mejor es meter las latas, según se viene de hacer la compra, en la nevera, así siempre estarán a punto para cuando las necesitemos. Respecto a los utensilios, los meteremos en el congelador como mínimo tres horas. Transcurrido este tiempo, los sacamos pero intentando trabajar con rapidez para que no se enfríen.

Pasado este tiempo, sacamos la leche de la nevera y abrimos la lata con un abrelatas por la parte de abajo, manteniéndola en la misma posición en que estaba en la nevera (es más fácil si otra persona sostiene la lata mientras lo hacemos). La colocamos sobre un bol y dejamos que salga el agua de coco. Cuando ya hemos escurrido toda el agua de la lata, la retiramos (no nos sirve para hacer nata) y abrimos la lata por la parte de arriba. Lo que nos encontraremos será una crema espesa, parecida a manteca de coco o nata muy espesa. La ponemos en el bol y comenzamos el proceso de montado.

Para ello, empezamos a velocidad baja y vamos aumentando poco a poco hasta llegar a media. Según veamos que la leche va montando y aumentando de volumen, empezamos a agregar el azúcar, poco a poco. Cuando el azúcar está integrada y el aspecto es similar a la nata montada, con la batidora dejando surcos en la superficie... ¡estará lista! El aspecto es el mismo y el sabor ¡buenísimo!