La tenía que hacer. Lo supe en cuanto la vi. Me hipnotizó la vistosa espiral de color. No fue de esas cosas que sabes que harás pero tienes que encontrar el momento. No, esto tenía que ser ya, me moría de curiosidad por ver cómo resultaba.
Resulta un poco más laboriosa que otras quiches, la espiral es la espiral... pero compensa la dedicación.
Para la quiche he utilizado básicamente la base y el relleno habituales, he tomado la idea de la espiral usando las verduras que tenía a mano en casa en ese momento y que pudieran ser lo suficientemente maleables y decidí hacer el borde exterior con champis, para darle una textura y un sabor que contrastaran con las verduras centrales. Un acierto. Ideal para una comida de fiesta, para recibir invitados... o simplemente para disfrutar en casa cualquier día que se pueda disponer de un poco más de tiempo.
INGREDIENTES: (Para un molde redondo de 25 cm)
- Una base de quiche
- 1 calabacín mediano
- 2 zanahorias hermosas
- 1 tarro de pimientos del Piquillo ( 200 gr)
- 8 champiñones, cortados en láminas
- 1 diente de ajo
- 3 huevos
- 200 ml de crema de anacardos para cocinar (o nata vegetal líquida)
- sal
- pimienta
- nuez moscada
- hierbas al gusto o sal de hierbas*
* Yo he utilizado una sal de hierbas que contiene sal, orégano, pimiento rojo deshidratado, albahaca, pimienta negra, tomate deshidratado, ajo, cebolla, romero, tomillo y mejorana.
ELABORACIÓN:
Al preparar la base de la quiche, añadirle un toque de sal de hierbas o de hierbas. Dejar reposar la bola de masa mientras se prepara el relleno, que lleva un ratín. Preparar el molde, aceitándolo un poco y precalentar el horno a 200º.
El primer paso consiste en preparar las verduras. Una vez bien lavadas, se corta el calabacín (sin pelar) y la zanahoria (pelada) en láminas finas longitudinalmente. Para hacerlo yo utilicé el pelapatatas, ya que de lo finas que salgan dependerá en gran medida la facilidad con que podamos modelar la espiral. El pimiento lo cortamos en tiras lo más largas posible del mismo ancho que las láminas de calabacín y zanahoria.
Rehogamos el ajo en una sartén y añadimos los champis hasta que estén medio cocinados, reservándolos a continuación.
Para formar la espiral, que es la parte más laboriosa de esta receta, yo decidí hacerlo sobre la tabla de cortar las verduras para evitar que se me deformase si lo hacía directamente en el molde, sobre la crema. Empecé por el centro con pimiento, luego calabacín y a continuación, zanahoria. El comienzo es más difícil porque tiende a desarmarse pero una vez que tenemos varios círculos concéntricos, el calabacín actúa como armazón, adhiriéndose con facilidad al resto. La idea es ir formando un círculo de cada verdura, solapando láminas según se va ensanchando el diámetro. Como el pimiento tiene un sabor más dominante que el resto de verduras, en alguna de las vueltas lo omití.
Una vez completada la espiral, estiramos la masa de la base y la colocamos en el molde. Preparamos la crema del relleno batiendo los huevos con la crema de anacardos y condimentando con sal, pimienta y nuez moscada. A continuación vertemos la crema sobre la base y colocamos la espiral de verduras encima. Para mí la forma más cómoda y segura de hacerlo es pasando por debajo una espátula de pastelería y una pala de servir el pescado para ayudarme.
Una vez colocada la espiral, en el hueco que queda alrededor, se van colocando los champis rehogados. Si gusta, se puede espolvorear con un toque de sal de hierbas (o sólo hierbas).
Se deja en el horno unos 40 minutos, hasta que se vea doradita y hecha. El resultado no sólo es muy llamativo a la vista, sino también nutritivo, sano... y muy rico :)
La idea para esta receta está tomada de ésta de El Periódico